PAN (TEATRO) & CIRCO II

Dejé que el miedo creara una cultura. Pedro Alberto Cruz
(consejero de Cultura y Turismo)


Intro-ito:         Casi, cuasi, copiando el nombre del homónimo portuario, la capital del Reyno (que también plagió esta denominación de origen) presentó otro de sus fastos a su Pueblo: el remodelado nuevo Teatro-Circo. Si en aquel primero y romano (sin subvenciones ni patrocinadores) la realidad de siglos era el famoso "pan & circo", a día de hoy a penas, sufre un añadido. El fin siempre es el mismo sólo justifican los medios (entretener al populacho, distraerlo pero de la decadencia del Imperio y de paso, erradicar cualquier atisbo de disidencia).

Nudo gordiano:          Mientras, en el pueblo con  mar, la drama-turgia es ocultar a turistas (incluidos en su propio país) que existen barrios marginales (no sólo en canciones de ska), subterráneos, de inmersión sin batiscafo al borde del Mediterráneo, dónde sino, en la ciudad del submarino.
En ésta, que se presenta símil de aquella con re-inaguraciones de por medio, pero sin historia ni memoria de la ciudadela, pues las murallas se privatizan y donde hay palacios que esconden, hasta antes de ayer, restos de los anteriores. Paradójicamente, viene "esto" a dar luz al recuerdo, a sacar brillo a la nostalgia, a aprovecharse por otro lado de la amnesia y del olvido de lo que fue y ha sido. Y a las primeras de cambio nos venden como sede fija(?) de los concursos siempre trucados de Ayunta-mientos y demás desbaratamientos de lo público.
            Ó, quizá, todo pertenezca a un plan estratégico, a algo mucho más grande, más estudiado... A un golpe de efecto. Ahora, que ha pasado la fiebre pasajera (como tal) de presentarse a Capital Europea de la Cultura (sí, "qué locura, qué locura!"). Tan reciente aventura para, parece ser, una nueva candidatura(?). (Suponemos que se exigía cierto grado de tal cordura que, de nuevo, vuelve a perderse en las altas esferas y jefaturas).

         Fin:   Está bien vender la piel del oso antes de cazarlo pero mejor que nos regalen las balas y empezar después la cacería (ó dejarlo en paz y dedicarse a otras cosas). En la espera, a la ausencia de cafetería se han dignado a dar, al menos, calor humano. Quién sabe si, también, de los (otros) animales como antaño. Pero el circo ha cambiado tanto como la citada cacería, espectáculos de saltimbanquis y otras tonterías nos esperan, nos aguardan, qué creían!. No querían COLDTURA... * (a función diaria, ni tanta ni tan escasa. Asunción de nunca, absolución que satura).

* por lo fría, por lo escasa, también, de temperatura. Como virus, como bacterias en la Antártida.

pd: vale, programación de auditorio, de pueblo (con perdón) que haberlos, "haílos" muchos. Hilo que se desmadeja para ser lo mismo pero cambiado. Y Co. mpañías de la tierra a efectos de daños colaterales de recortes donde siempre. (¿Por qué nadie se acordó de ellas cuando sus miembros prefirieron pagar las hipotecas a salir cual Barraca en el Viaje a Ninguna Parte?. Pero, claro, ¿a dónde?).

Decir que, ahora, se apoya la escena propia no es una comedia ni un drama sino un farsa (como diría Gala, de Es-paña.)

NOTA: sí, la estrecheces de ahora en butacas y techos no eran propias de ayer, de una época en que todos éramos más bajitos. En que las generaciones no pasaban del 1´70 m. No se ha tenido esto en cuenta ni las "maravillosas" luces de pasillos y escaleras (los leds de turno) que más que iluminar, ciegan y reflejan al personal que busca la duermevela para entrar en ese lugar donde habitan los sueños.
(Las prisas no son buenas, reza la sabiduría popular; son malas consejeras para re-inaguraciones pre-elecciones ó electorales. Como las subcontratas y los materiales Made in "la fábrica del mundo").